,

Tejiendo saberes: comunidad, naturaleza y sostenibilidad en las Sierras de Famatina

En el marco del proyecto de conservación de ecosistemas naturales que promueve Natura Argentina junto a actores locales, se realizó un ciclo de conversatorios en el que se abordaron temas como el uso tradicional de plantas locales, la importancia del agua, la vulnerabilidad del sistema hídrico frente al cambio climático, la conservación de la fauna nativa, el turismo sostenible y las áreas protegidas. Los participantes resaltaron la necesidad de cooperación entre organizaciones, instituciones y la comunidad, para lograr una conservación efectiva.

 

El objetivo del ciclo fue construir estrategias de conservación que enriquezcan el patrimonio cultural y promuevan la participación ciudadana en la protección de las Sierras de Famatina y sus áreas circundantes. 

Conocer para cuidar, y encontrarse para fortalecer vínculos comunitarios e intercambiar saberes. Estos fueron algunos de los deseos y objetivos que impulsaron la realización de cuatro encuentros co-organizados por el equipo de Natura Argentina, junto a estudiantes y docentes de la Licenciatura en Producción Vegetal, Hidrogeología y Turismo Ecológico de la Universidad Nacional de La Rioja (UNLaR) – Sede Regional Villa Unión (Departamento Coronel Felipe Varela); y del profesorado en geografía del Instituto Superior de Formación Docente (ISFD) “Profesor Víctor Mauricio Quintero” (Villa Castelli – Departamento General Lamadrid).

Experiencias de turismo sostenible, la importancia de la flora y fauna nativa, pero sobre todo el indiscutible valor del agua, guiaron este ciclo pensado como un espacio para conversar sobre los valores de conservación de las Sierras de Famatina. El conocimiento científico y los saberes tradicionales, se complementaron para aportar a la construcción de una mirada integral del territorio.

Fusión del Río Aguas Negras y el Río Oro. Las Sierras de Famatina son necesarias para la regulación y la disponibilidad del agua en cantidad y calidad en la región.

 

Un viaje a través de la flora en las Sierras de Famatina

Con aroma a jarilla, molle y algarrobo inició el primer encuentro, que convocó a Jorge “Chinano” Molina, Belén Bordón, Ricardo Zapata, Marisol Ortiz y Humberto Cerezo, quienes dieron el puntapié inicial en la charla sobre la flora de las Sierras y sus usos tradicionales. 

Chinano, artesano textil y educador de Villa Castelli, cuyos conocimientos provienen de una larga tradición familiar, explicó el uso de plantas locales en la tintura de hilados y resaltó la importancia del agua como fuente de vida para los dos valles: “Nos permite cultivar y esas plantas sirven para teñir (…) Uno tiene que tomar de la naturaleza lo que necesita para subsistir, no con codicia y avaricia, porque así uno destruye la tierra”. 

 

Con jarilla, tintitaco, molle, jume, algarrobo, cachiyuyo y atamisqui, Jorge tiñe las lanas de manera artesanal, preservando las enseñanzas de su madre.

 

 

Otra invitada, Belén (profesora de geografía) focalizó su intervención en el uso medicinal de la flora, a lo que se sumó Ricardo (ingeniero agrónomo) que hizo hincapié en la importancia de generar conocimiento sobre la diversidad de la flora de las Sierras y de sus propiedades para poder darle valor y aprender sobre sus posibles usos y los aportes que hace a la calidad de vida de las comunidades. Ricardo también resaltó la importancia de conservar los recursos, especialmente el agua, que es esencial para las personas, plantas y animales.  

Por su parte, Marisol, técnica de producción vegetal, presentó los resultados de su investigación sobre las  formas de germinación de las semillas de algarrobo, y llamó la atención sobre la necesidad de preservación de los bosques de la zona. 

Para finalizar, Don Cerezo, poblador de Villa Unión y dueño de “La Yuyería”, un local de venta de yuyos serranos, remarcó la importancia de recolectar las especies de forma responsable, teniendo en cuenta las zonas, la época y la forma en la que se lleva adelante la actividad, manteniendo vivo el conocimiento ancestral.

Vecinos y vecinas, estudiantes, docentes y autoridades de la UNLaR sede Villa Unión, que dieron inicio al ciclo de conversatorios.

 

El agua en la montaña: reflexiones desde la hidrogeología, la gestión hídrica y la práctica comunitaria

En una tarde primaveral de octubre, la sede de la UNLaR en Villa Unión fue el lugar de encuentro para continuar intercambiando saberes sobre conservación.

Esta vez, Esteban Miguel, Violeta Tejada y César Vega reflexionaron sobre el valor del agua en la montaña.  La Licenciada en Hidrogeología Violeta, se refirió a los bienes y servicios ecosistémicos asociados al sistema hídrico de las sierras, destacando su vulnerabilidad ante el contexto de cambio climático que afecta la vida de la flora y fauna de la región, produciendo el retroceso de glaciares, y pudiendo causar fenómenos climáticos más extremos. 

“Conservar la Sierra de Famatina es importante para las comunidades de los valles adyacentes, ya que actúa como una fábrica natural que almacena y regula el agua para la región. Los glaciares presentes en las alturas de la montaña desempeñan un proceso significativo al almacenar y distribuir gradualmente a través de ríos, vertientes, vegas y agua subterránea, abasteciendo así a las poblaciones locales para su consumo y bienestar general”, detalló la Licenciada Tejada.

Para entender esta idea se puede pensar que las Sierras funcionan como el tanque de agua de una casa, que se recarga a través de las precipitaciones, permitiendo la disponibilidad y distribución de agua.

 

 

A continuación, Esteban Miguel, doctor en Ciencias Exactas y técnico especializado en gestión hídrica, habló sobre el ciclo hidrológico, explicando cómo funciona a nivel global pero también a escala regional en las Sierras de Famatina. Para finalizar, el presidente del Consorcio de Agua del Departamento General Felipe Varela, Don Vega, explicó cómo nació el Consorcio. Se formó en 1998, impulsado por productores de la zona con la necesidad de establecer una distribución equitativa del agua para sus cultivos. Aportó datos sobre su utilización, que tiene como prioridad el consumo humano, la producción agrícola/ ganadera,  y se nutre en mayor parte del agua proveniente de las sierras.

Diálogo sobre la convivencia entre fauna nativa y comunidades en las Sierras: Desafíos y propuestas para la conservación

El tercer encuentro del ciclo convocó a Franco Barrera, María Laura Steffolani, Alejandro Agüero y Juan Martín Tello, para dialogar sobre la importancia de la fauna nativa y su convivencia con las comunidades. 

El guanaco es una especie protegida en La Rioja (Ley 7695/04), permitiendo su uso racional y prohibiendo de forma absoluta la caza.

 

 

 

 

El intercambio giró en torno a los desafíos para la conservación de las especies, y la importancia de las sierras en el desarrollo del turismo. También se compartieron propuestas para mitigar los efectos del cambio climático, siendo la cooperación articulada entre organizaciones, instituciones y comunidad la acción destacada.   

Partiendo de la premisa de que para conservar hay que conocer, la bióloga Laura Steffolani compartió información general sobre la fauna en las sierras, invitando al público a  diferenciar entre las especies nativas y endémicas; reflexionando sobre el rol que cumplen en los ecosistemas y cómo su presencia influye en la calidad de vida de las comunidades humanas que habitan esta región.  

Por su parte, el biólogo Alejandro Aguero se explayó sobre la importancia de los ecosistemas de montaña en la provisión de agua para las comunidades locales y la fauna, refiriéndose a dos especies en particular: la taruca y el guanaco. Para finalizar aportó una mirada amplia de la situación explicando que no se trata de conservar una especie, sino de entender que es un sistema que debe sobrevivir, en el que los seres humanos son un elemento más.

Alejandro Aguero es docente investigador dentro del campo de las ciencias biológicas, especializado en ecología y manejo de fauna silvestre con relación a cambio de usos de la tierra y desarrollo territorial.

Juan Martin Tello compartió sus vivencias como pastor de ganado, dando un lugar especial a la conexión que se crea con el entorno, la cual permite desarrollar saberes más profundos sobre las plantas medicinales, los animales y sus ciclos.  Remarcó que las personas son parte viva de las sierras y un factor clave en la conservación.

Martín Tello es técnico agropecuario, su labor en las Sierras se enfoca en la cría y el manejo de ovejas, tarea en la que aplica conocimientos adquiridos por su formación y usanza de vivir en la región, cuidando la fauna y flora local.

 

El turismo, una herramienta importante para la participación ciudadana en la conservación

Más de 200 personas participaron de este ciclo, aportando sus conocimientos y experiencias para contribuir a la conservación de las Sierras de Famatina.

Para finalizar este ciclo la temática elegida fue “Turismo sostenible y áreas protegidas”. Contó con la presencia de la bióloga Cristina Casavecchia, los licenciados en turismo Fabián Páez  y Santiago Croci. Las reflexiones giraron en torno a la participación ciudadana y la promoción de procesos de buena gobernanza en la creación de áreas protegidas; el rol de la gestión pública en las políticas turísticas, especialmente en lo relacionado a la actualización y cumplimiento del marco legal; y la importancia del turismo sostenible en la socialización de herramientas y acciones para crear conciencia y estimular la participación de la ciudadanía en la conservación de las Sierras y sus áreas de influencia. 

Quienes formamos parte del equipo de Natura Argentina, trabajamos para construir estrategias efectivas de conservación, que contribuyan al enriquecimiento del patrimonio cultural, desarrollen acciones de incidencia política dialogadas, consensuadas, colaborativas y con impacto a largo plazo. Es por eso que apostamos a estos espacios de intercambio de saberes, donde se comparte información amplia y diversa a toda la comunidad.  ¡Hasta el próximo encuentro!

——

Equipo Natura Argentina
+ posts

Promovemos la creación de Áreas Protegidas para la conservación de los ecosistemas naturales, impulsando la participación de actores locales.