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Viajá con nosotros a los Bañados del Río Dulce, para descubrir cómo trabajamos desde el diálogo de saberes

En Natura Argentina, pensamos que la mejor forma de proteger el ambiente es a través del diálogo de saberes: una colaboración entre el conocimiento científico y el saber local. En esta nota, te invitamos a viajar con nosotros a los Bañados del Río Dulce, donde trabajamos junto a las comunidades para proteger este ecosistema único. 

 

La tarde caía mientras los últimos retoques al mural en la Escuela “Salomón López García” se daban entre risas y charlas. A nuestro alrededor, niños y niñas jugaban, corriendo entre las mesas donde se veían los restos de la merienda. Los pinceles, manchados de colores vivos, descansaban por momentos mientras compartíamos historias con los vecinos de la comunidad y visitantes de la región que se acercaron a compartir la actividad. La obra que habíamos comenzado juntos esa mañana ya era mucho más que un mural: representaba el alma del paisaje del humedal, su flora y fauna, pero también lo que podemos lograr cuando nos detenemos a apreciar el paisaje que nos rodea. Esa jornada fue el broche de oro a una experiencia que había empezado mucho antes, y que continuaría aún después de nuestra partida.

Volvamos un poco atrás. Desde el 2020, nuestro equipo ha estado viajando regularmente a los Bañados del Río Dulce, en jornadas de campamento que nos permiten explorar y recopilar información sobre la flora y fauna del lugar, trabajando en estrecha colaboración con las comunidades de Los Porongos, El Huaico y Limache. En agosto de 2024, emprendimos una nueva campaña de trabajo con dos grandes propósitos: llevar a cabo un censo de aves y realizar el mural comunitario en la escuela.

 

Un viaje al corazón del humedal

 

Cada viaje a esta vasta extensión de humedales nos recuerda la riqueza natural que alberga. Los Bañados del Río Dulce son un mosaico de vida. A medida que recorríamos los senderos, encontrábamos huellas frescas de carpinchos y el rastro furtivo de algún aguará guazú, el esquivo zorro grande de las pampas. Los cielos abiertos de la región esconden el aleteo imponente del ñandú, mientras las lagunas son el refugio para aves migratorias que vienen de latitudes lejanas, como los flamencos rosados que se posan en las aguas del humedal, creando un paisaje digno de postal. Este humedal no es solo hogar de una biodiversidad única, sino también de historias compartidas por los pobladores que, desde generaciones, conviven con este entorno.

Detectamos más de la mitad de las especies de aves de la provincia viven aquí. También contiene poblaciones de mamíferos amenazados, como el aguará guazú. En la zona hay muchos ambientes húmedos permanentes de difícil acceso que son resguardo de una gran cantidad de flora y fauna.

 

El registro de aves es uno de los pilares de nuestro trabajo en la región, ya que más del 50% de las aves registradas en Santiago del Estero habitan este lugar. Durante dos jornadas recorrimos las lagunas de Los Porongos y Soria, observando, registrando y tomando fotografías de cada especie que avistábamos. Para esta tarea, seguimos un método que combina telescopios, cámaras de fotos y app de celulares con los sonidos y llamadas de las aves, el uso de drones para sobrevolar las lagunas, y el conocimiento ancestral de los pobladores. Daniel, vecino de Los Porongos, nos acompañó en algunos recorridos, compartiendo historias y saberes sobre las aves que, con su experiencia, ha observado año tras año.

 

¿Qué entendemos por diálogo de saberes?

 

El diálogo de saberes forma parte de nuestros pilares de trabajo. Este enfoque reconoce que tanto el conocimiento científico como el conocimiento local son fundamentales para la conservación efectiva de los ecosistemas. En el caso de los Bañados del Río Dulce, los pobladores conocen los ritmos del río, las épocas en que aparecen ciertas especies y cómo varían los niveles de agua según las lluvias. Ese saber, que a veces no puede encontrarse en libros ni estudios, es invaluable para nosotros. A su vez, aportamos nuestra visión científica, basada en datos y herramientas tecnológicas, como las plataformas de registro de biodiversidad, para realizar análisis detallados y de largo plazo.

Los pobladores no sólo conocen y valoran la flora y fauna presente, identifican amenazas a aquellas especies que consideran importantes y demandan acciones en el territorio que mejoren su calidad de vida mostrando interés en actividades vinculadas a la conservación de la naturaleza y el uso sustentable.

 

Este enfoque colaborativo se manifestó también durante la creación del mural. Lo que comenzó como un proyecto para conmemorar el Día de las Infancias terminó siendo una gran jornada de intercambio, donde adultos e infancias participaron activamente. Nos encontrábamos pintando junto a ellos y ellas, pero también conversando sobre las especies locales, sobre los cambios en el paisaje, y sobre los desafíos que enfrentamos para preservar este lugar tan especial. El mural, que retrata la laguna y su biodiversidad, se convirtió en una oportunidad para que la comunidad visualizara su conexión con el entorno natural que los rodea y del que son parte.

 

Un mural colaborativo

 

Al caer la tarde, la laguna Soria nos ofreció un espectáculo que difícilmente olvidaremos. A lo lejos, el río Dulce serpenteaba hacia la laguna Mar Chiquita, fundiéndose con el paisaje. Desde el aire, con la ayuda del dron, pudimos apreciar cómo los brazos del río se extendían, creando un laberinto de agua que nutre todo el ecosistema. Este es uno de los mayores desafíos que enfrentamos: la conservación de un espacio dinámico, en constante transformación, pero que también es vulnerable a las actividades humanas y el cambio climático.

La zona de los Bañados del Río Dulce posee uno de los valores de conservación más importantes en la actualidad: la existencia de vastos humedales que retienen y almacenan agua dulce disponible para consumo humano, la producción y el sostenimiento de la vida silvestre.

 

La zona de los Bañados del Río Dulce posee uno de los valores de conservación más importantes en la actualidad: la existencia de vastos humedales que retienen y almacenan agua dulce disponible para consumo humano, la producción y el sostenimiento de la vida silvestre.

La construcción conjunta, en el respeto por los saberes locales y en la co-creación de estrategias que  permitan la convivencia de las actividades humanas con el equilibrio de la naturaleza, son la clave para cómo proteger estos territorios, amenazados por el cambio climático, la caza furtiva y la degradación.

 

Las historias que faltan

El último día, con el mural terminado y las carpas guardadas, nos despedimos de la comunidad de Los Porongos. Sabemos que nuestro trabajo aquí no termina. Cada vez que volvemos, el diálogo continúa. Nos llevamos datos valiosos sobre las especies que habitan estos bañados, pero también nos llevamos las historias de quienes desarrollan su vida diaria en este rico escenario. 

Gracias por acompañarnos en este recorrido y, sobre todo, gracias a la comunidad de Los Porongos por abrirnos sus puertas una vez más. ¡Hasta la próxima!

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Equipo Natura Argentina
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Promovemos la creación de Áreas Protegidas para la conservación de los ecosistemas naturales, impulsando la participación de actores locales.